Škoda es uno de los cuatro fabricantes más antiguos del mundo. Por lo tanto, uno de los primeros en usar el arrancador de coche. Su historia comienza en 1895, cuando un joven de 26 años llamado Václav Klement decidió abrir su propia tienda de reparación de bicicletas. Lo hizo con la ayuda de Václav Laurin, un fabricante de bicicletas en la ciudad de Boleslav. En 1898 se iniciaron en el mundo de las motocicletas.
Era un modelo bastante peligroso. Por suerte, este evolucionó a la motocicleta Slavia en 1899 con ayuda de Robert Bosch. Tan sólo un año después, en 1900, se exportaron 150 motocicletas a la empresa Hewtson de Londres. La compañía ya contaba con 32 empleados. Ahora era la prestigiosa marca «Laurin & Klement». Los automóviles llegaron en 1905, con el Voiturette A. Fue todo un éxito.
Ese es precisamente el primer protagonista de este curioso vídeo que hoy nos trae la marca. Michal Velebny, Coordinador de Talleres de Restauración en el Museo Škoda, nos cuenta la historia del arrancador de coche. Además, ilustra su evolución con una serie de automóviles clásicos de la colección del museo. Ya os adelanto que es cuanto menos curioso de ver.
La historia del arrancador de coche
El proceso para poner en marcha un Laurin & Klement Voiturette A de 1905 era realmente complejo. Requería de nada menos que cinco pasos antes de girar la manivela que permitía arrancar el motor. Completados todos ellos, quedaba la mejor parte: girar la manivela. Esto requería de bastante fuerza y tener una idea del ciclo de compresión del motor.
Las manivelas manuales causaron muchas lesiones y se eliminaron gradualmente a favor de los arrancadores eléctricos a principios de la década de 1920. Tras la Primera Guerra Mundial, Laurin & Klement se vio obligada a buscar un socio para la fabricación de coches, encontrándolo en la fábrica Škoda Pilsen, gigante de la industria de maquinaria.
Durante la guerra, esta compañía se había convertido una de las mayores fábricas de armamento. Así, en 1925, la legendaria marca Laurin & Klement pasaba a formar parte del grupo Škoda Pilsen, incorporando todos los coches su nombre y su logotipo. Para Škoda, el cambio más significativo se produjo en 1964 con el S 1000/1000 MB, que fue el primer coche en arrancar con llave.
Los pasos de encender el sistema eléctrico y accionar el motor de arranque ahora se hacían en un solo movimiento. Pronto se convirtieron en el estándar durante casi 60 años, aunque rápidamente le siguieron otras innovaciones. Es más, desde 2010 no es necesario siquiera utilizar la llave en algunos modelos. Fue ese año cuando el Superb recibió el sistema KESSY.