En Mayo de 2002, Volkswagen nos mostró el pináculo de la gama Golf. Aunque en la actualidad estamos con el Golf VIII, por aquel entonces en el mercado estaba el Golf IV y aunque ya tenía una versión GTI -y no una GTD como en otras generaciones-, parece que Volkswagen pensó que sería una buena idea darle más de todo al Golf con una nueva variante a la que bautizó con el nombre de R32.
El Volkswagen Golf R32, celebró su lanzamiento mundial en el Salón Internacional del Automóvil de Madrid y se presentó como el Golf de serie más potente de todos los tiempos y ojo, porque hablábamos de un compacto picantón que contaba bajo el capó con un motor V6 de 3.2 litros capaz de ofrecernos 241 CV y 320 Nm de par.
El Golf de serie más potente que se había fabricado hasta por aquel entonces era el resultado de combinar lujo y deportividad bajo un nombre capaz de asegurar éxito. El modelo tenía mucho de Volkswagen y también, mucho de Audi y por eso se presentaba en el mercado con sus atributos dinámicos y estéticos muy potenciados.
Con un motor de 3.2 litros V6 con cuatro válvulas por cilindro capaz de desarrollar 241 CV de potencia, ofrecía unas excelentes prestaciones con un comportamiento deportivo y la seguridad del sistema de tracción inteligente 4Motion.
El sonido de su motor, la suspensión deportiva rebajada, sus características llantas de aleación multiradio 7.5 J x 18“ con neumáticos 225/40 R18, y sus discos de freno ventilados con pinzas visibles en color azul, evidenciaban desde el primer contacto la marcada personalidad deportiva del Golf R32.
Además de la apariencia deportiva, resultaba sorprendente ver que en el interior no se renunció al lujo ni al confort a pesar del carácter prestacional del modelo, que además podía presumir de una larga lista de equipamiento de serie y opcional.
El Golf R32 se presentaba con unas modificaciones estéticas claramente perceptibles con respecto al resto de la gama Golf, tanto en la zona frontal, como en la trasera y en la lateral. Pero destacaba especialmente, desde el punto de vista mecánico, el gran motor V6 de 3,2 litros.
El frontal del Golf R32, con grandes orificios de ventilación, ponían de manifiesto la vocación deportiva y la gran potencia del motor. Las características técnicas de este seis cilindros compacto, que también se utiliza en la nueva gama superior de la gran berlina de lujo de Volkswagen, el Phaeton, consisten, entre otras, en dos árboles de levas en cabeza con una regulación continuada de los árboles de admisión y escape, así como una regulación de avance de encendido. El accionamiento de las válvulas se realizaba por balancines de rodillo con compensación de juego hidráulica.
Gracias a estas características, el imponente Golf R32 desarrolla una potencia de 241 CV / 177 kW a 6250 rpm. El par máximo de 320 Nm se consigueía a 2800 rpm.
Del impresionante sonido de este Golf R32 se encargaba un escape específico de dos salidas que, con sus dos tubos finales dispuestos a izquierda y a derecha, que imprimían a la parte trasera del vehículo su aspecto eminentemente deportivo.
Con esta motorización, el más deportivo de los Golf de por aquel entonces alcanzaba una velocidad máxima limitada de 245 km/h -aunque el velocímetro marcaba los 300 km/h y algunas preparaciones posteriores permitían unos aumentos de potencia y aceleración simplemente brutales- y una cifra de aceleración de 0 a 100 en tan sólo 6,4 segundos.
A pesar de su enfoque más deportivo, el hecho de montar tracción a las cuatro ruedas y mucho más equipamiento que el GTI 1.8T de 180 CV, el R32 era 265 kg más pesado.
La transmisión se realiza a través de un cambio de relación cerrada de seis velocidades, acoplado al ya conocido sistema de tracción integral 4 Motion de Volkswagen. Poco después de su lanzamiento el modelo se lanzó al mercado con una versión automática opcional DSG que mejoraban el consumo y las prestaciones -reduciendo el 0 a 100 km/h y reduciendo el consumo en 1,3 litros a los 100 km-. El cambio automático de seis marchas llegó en la primera mitad del 2003.
Gracias a la función Tiptronic llegada desde Audi, en el Golf R32 también era posible cambiar de marcha mediante los mandos dispuestos en el volante. Y se hacía con una rapidez y “rotundidad“ desconocidas por aquel entonces tanto en cambios manuales como en automáticos.
La imponente mecánica, el sistema de tracción y el cambio manual pasaban factura a la hora de repostar y es que el modelo homologaba según la marca, un consumo medio homologado de 11,5 litros a los 100 km, aunque en conducciones enérgicas, este consumo se elevaba por encima de los 20 litros a los 100, un consumo más que comprensible dado el enfoque del modelo y las prestaciones.
El chasis deportivo, que ha sido rebajado 30 milímetros con respecto al modelo de serie, y las llantas de 18 pulgadas con neumáticos de 225/40 ZR 18 determinan el aspecto deportivo característico de este modelo superior de Volkswagen. Este alto nivel de prestaciones requería además un potente equipo de frenos capaces de ofrecer unos excelentes registros de deceleración a la altura de un deportivo de esta categoría, y de esto se encargan unos frenos de disco ventilados de generoso diámetro.
El equipo de frenos era bastante salvaje y estaba compuesto por discos ventilados delanteros de 334 mm de diámetro y discos ventilados traseros de 256 mm.
El Golf R32 Mk4 podía presumir además de tener un completo equipamiento y unos detalles de acabado en el habitáculo de la más alta categoría. En el interior, se combinaba el tapizado de cuero negro y las aplicaciones de aluminio pulido – pedales, salpicadero y palanca de cambio – claro ejemplo de la imagen de lujo y confort que ofrece este deportivo. A esto se añaden los asientos deportivos anatómicos, cómodos y con una buena sujeción lateral, y un volante especial de cuero, elementos que vienen a confirmar la primera sensación de exclusividad que proporcionaba el R32.
El amplio equipamiento de serie de este Golf R32, que estaba exclusivamente disponible en carrocería tres puertas, estaba compuesto entre otros muchos elementos del programa electrónico de estabilidad ESP, el sistema de tracción inteligente 4 Motion o los seis airbags de serie. Además se pueden mencionar otros elementos como los asientos deportivos, el sistema de climatización automático Climatronic, el aparato de radio «gamma» con ocho altavoces, la indicación multifunción, los faros de xenón, los lavafaros, los retrovisores exteriores calefactables y regulables electrónicamente, el sistema lavafaros y los faros antiniebla, el sensor de lluvia, o el retrovisor interior antideslumbramiento.
Los asientos delanteros “König” calefactables de nuevo diseño, con reposacabezas integrados y el volante de cuero especial fueron especialmente concebidos para dotar a este modelo del aspecto más exclusivo.
El Golf R32 se puso a la venta en el mercado alemán a finales de verano de 2002. El Golf R32 se comercializó en nuestro mercado a un PVP recomendado que partía de los 35.240 euros.
El principal problema que encontrábamos con el R32 es que aunque era efectivo, era caro y a pesar de que las prestaciones estaban ligeramente por encima -relación peso potencia- que el Alfa Romeo 147 GTA, el Ford Focus RS200 o el Honda Civic Type R, el modelo no era lo suficientemente salvaje como para distanciarse en exceso de estos en prestaciones, aunque sí que lo hacía en aspectos como el consumo, porque gastaba mucho más.
Entre los puntos positivos del R32 encontramos el precio, que se ha mantenido durante los años o incluso la base que suponía para muchas preparaciones.
Me encantan recordar los coches de esta generacion, una gran generacion de gti, el mas poderoso era el 147 gta, no era el mas efectivo en todas las circustancias pero ofrecia mas prestaciones