Hace unos días os hablamos acerca de una nueva iniciativa iniciada por BMW en Alemania, después de que el Tribunal de lo Contencioso-Administrativo alemán determinara que las ciudades pueden prohibir los diésel más contaminantes para luchar contra la contaminación. Así nació el «BMW Diesel Return Promise» para dar mayor confianza a los clientes que eligen un modelo diésel y protegerlos ante la llegada de esta nueva ley.
Por ello, si durante un contrato de leasing un cliente se ve afectado por esta prohibición podría devolver el vehículo, siempre y cuando viva a menos de 100 kilómetros de una de las ciudades ‘anti-diésel’. Volkswagen se ha sumado con una iniciativa muy similar, a la que podrán acceder todos los que adquieran un vehículo diésel de la marca en un concesionario oficial a partir del 1 de abril del 2018 y que tenga una antigüedad no superior a un año, pese a que sea nuevo o seminuevo.
Entre las condiciones necesarias para poder acceder a este plan de recompra encontramos que el cliente deberá vivir o trabajar en alguna de las ciudades afectadas por estas prohibiciones, además tendrá una validez de tres años y no supondrá ningún coste añadido al comprador. Esta opción de recompra seguiría los criterios de la Deutsche Automobil Treuhand (DAT), e implicaría la compra de otro modelo que no estuviera afectado por las medidas y prohibiciones anti-diésel. Además se debería realizar en el mismo concesionario de la compra original.
Medidas que tratan de calmar el mercado de los diésel alemán ante una incesante caída en las ventas, y que se acompañan de numerosas ayudas de los fabricantes. Por ejemplo, BMW ofrecerá una bonificación ambiental a aquellos propietarios de vehículos diésel más antiguos afectados por estas restricciones. Volkswagen por su parte suma un jugoso descuento a aquellos que compren un vehículo más moderno y entreguen su Volkswagen diésel antiguo, con ayudas que van desde los 3.000 euros del Polo hasta los 10.000 del Touareg.