Hay que ver como cambian las cosas. En su día Volvo fue uno de los pioneros en la fabricación de mecánicas diésel, y lo cierto es que eran motores bastante buenos, sin embargo, las estrictas normativas de emisiones y la cultura medioambiental de un país como Suecia han llevado a la marca a valorar la importancia de centrar sus inversiones en otro tipo de propulsores más eficientes, pudiendo dar con ello carpetazo a la tecnología diésel en torno a 2023, cuando llegue al mercado la última generación de dichos motores que han desarrollado.
A pesar de que el diario alemán Frankfurter Allgemeine en una entrevista al CEO de Volvo Hakan Samuelsson aseguró que la compañía sueca ha abandonado definitivamente la inversión y desarrollo de propulsores diésel para centrarse en la fabricación de otras mecánicas que veremos a corto plazo en su gama, lo cierto es que esta decisión ha sido desmentida por la marca, al menos parcialmente. Simplemente Samuelsson cita a Tesla como claro ejemplo de una compañía que crea coches avanzados de cero emisiones «para los que la gente hace cola» y como ejemplo a seguir por el resto de fabricantes.
Como alternativas a los propulsores diésel, desde Volvo nos anticipan que veremos una línea de vehículos híbridos y eléctricos en 2019, a fin de adelantarse a sus principales competidores alemanes. Antes de dicha fecha, también encontraremos en el mercado un sistema eléctrico de 48 voltios muy similar al de Audi, el cual será utilizado para desarrollar modelos de gasolina híbrido-enchufables y, en un futuro, vehículos totalmente eléctricos.
Al mismo tiempo, el diario germano también señala que el fabricante sueco no abandonará los poderosos diésel para vehículos pesados por el momento, pues su capacidad es muy superior a la de un motor de gasolina. Recordemos que para el resto de la gama, Volvo se mantiene en las mecánicas de cuatro cilindros, a la espera de la llegada de mecánicas tricilíndricas, aunque por ahora no sabemos cuando dejaremos de ver sus motores diésel definitivamente, pero está claro que seguirá la corriente del resto de fabricantes.
Fuente: Frankfurter Allgemeine