Desde Volvo parecen empeñados en lograr hacer que sus coches sean de los más eficientes, y es que a la noticia de la llegada del nuevo Volvo XC90 T8, un SUV híbrido enchufable, llega ahora la noticia de que dentro de su programa de producción está previsto el desarrollo de un motor gasolina ligero de tres cilindros. Este nuevo propulsor se unirá a los motores de cuatro cilindros de la gama Drive-E, unos propulsores comprometidos con el medio ambiente.
Históricamente, Volvo ha desarrollado sus propios motores de seis, cinco y cuatro cilindros, por lo que el desarrollo de un motor de tres cilindros encaja perfectamente dentro de la corriente de «Downsizing» que recorre el panorama automovilístico mundial. Muchas marcas están optando montar ligeros motores de tres cilindros, nosotros mismos hemos tenido ocasión de probar algunos de ellos con un resultado satisfactorio, como el Peugeot 308 1.2 PureTech (ver prueba) o el Ford Fiesta 1.0 EcoBoost (ver prueba).
Con la tecnología actual es posible extraer más potencia de motores con menos cilindrada, y de esta forma conseguir mejorar las cifras de consumo sin que se resientan las prestaciones. En Volvo confían en poder aplicar todo lo aprendido con los motores de cuatro cilindros Drive-E al nuevo propulsor de tres cilindros, haciendo así un motor de alta calidad, potente y con una buena respuesta. Gracias a las avanzadas tecnologías turbo de Volvo será posible obtener un buen rendimiento y cumplir con la norma Euro 7 de emisiones.