Hoy Volvo Cars está de enhorabuena y nos ha ofrecido dos buenas noticias. Por un lado, el X90 es un éxito y ha roto con las expectativas de la marca y por el otro es que la marca sueca ha tomado el control de sus tres joint ventures en China por un precio de 2.2 billones de coronas suecas.
Gracias a esta adquisición en el centro de decisiones, Volvo Cars refuerza y pretende reflejar su creciente presencia en el mercado de automóviles más grande del mundo.
Volvo Cars ahora es propietaria de 50 por ciento de sus empresas conjuntas en China junto a Geely Holdings. Estas empresas conjuntas incluyen sus instalaciones de fabricación de automóviles en Chengdu y Daqing, su planta de fabricación de motores en Zhangjiakou y su centro de investigación y desarrollo en Shanghai.
La medida permite a Volvo consolidar plenamente sus empresas mixtas en China, proporcionando una imagen financiera y operativa más precisa para continuar con su su expansión en China. Los resultados financieros provisionales de la compañía anunciados hoy son los primeros en incorporar las empresas mixtas en China y lo cierto es que son más que positivos.
«La incorporación de las entidades chinas es un paso importante para los objetivos a largo plazo para capturar el potencial de crecimiento y de compras en China»