Siete sensores, tecnología avanzada y una bolsa de aire que se despliega rápidamente en la zona del parabrisas. Estos son algunos de los principales elementos del nuevo sistema de seguridad para peatones que Volvo comenzará a emplear próximamente en sus modelos, comenzando por el V40.
Esta iniciativa tiene su origen más allá de lo evidente, y es que en China un 25% de los accidentes de tráfico involucran directamente a peatones. En Europa la cifra es del 14% y en los Estados Unidos de algo menos del 13%.
Derivadas de este tipo de fatalidades están las lesiones en la cabeza, que además de resultar mortales en la mayor parte de los casos, tienen su mayor consecuencia en el impacto contra el capó, el borde inferior del parabrisas especialmente, y los pilares A.
Teniendo en cuenta estas consideraciones, Volvo comenzó a desarrollar este sistema, que representa un gran avance mundial en seguridad, y que se pudo ver en el último Salón de Ginebra.
El sistema recurre a siete sensores insertados en la parte delantera del vehículo, que son los encargados de transmitir señales a la unidad de control del dispositivo. Cuando el automóvil entra en contacto fuertemente con un objeto, esta unidad analiza las señales que recibe y si se registra lo que se interpreta como una pierna humana, el airbag para peatones se despliega automáticamente.
Además de la bolsa de aire, el capó se inclina elevándose diez centímetros, gracias a unas bisagras que equipan cada una un mecanismo de liberación pirotécnico que, cuando el sistema se activa, saca un pasador y libera la parte posterior del panel, amortiguando el primer impacto, al tiempo que se despliega el airbag.
En su posición inflada, este cubre casi toda la superficie del parabrisas y la parte inferior de los pilares A. La secuencia completa dura pocas centésimas de segundo. La propia bolsa de aire se compone de un saco y un generador de gas híbrido. Tras la activación, el saco se llena de este gas en pocos milisegundos.
De momento las pruebas realizadas hasta ahora con piernas ficticias, similares a las humanas, han demostrado que el sistema es muy efectivo a velocidades de entre 20 y 50Km/h, velocidades coherentes y habituales en circuitos urbanos, susceptibles de darse este tipo de situaciones de peligro, donde un 75% de todos los accidentes que involucran a peatones tienen lugar a velocidades de hasta 40 km/h.
En 2010, Volvo lanzaba un innovador sistema de detección de peatones con frenado automático del vehículo, pudiendo incluso pararlo completamente para evitar la colisión con un peatón, a velocidades de hasta 35Km/h. Hoy este nuevo mecanismo se centra en la reducción de los daños cuando se circula a velocidades superiores a esta, continuando de esta manera con la campaña de protección al peatón iniciada por Volvo.
Fuente: Volvo