Volvo lanza al mercado la posibilidad de montar la caja de cambios automática Powershift (la misma que usa Ford, retales de su unión) sobre las ediciones DRIVe con motor diésel 1.6D, pero con la novedad de conseguir los mismos niveles de consumo y emisiones que con cambio manual. Está disponible en los modelos S60, V60, V70 y S80.
El motor diésel al que se asocia la caja de cambios Powershift es un turbodiésel de cuatro cilindros, 1,6 litros de cilindrada y 115 CV. Sobre el S60 consume una media de tan solo 4,3 litros a los 100 kilómetros y emite 114 gramos de CO2 por kilómetro, mientras que montado en el V60, el V70 y el S80; por razones de peso, gasta 4,5 l/100 Km. y unas emisiones de 119 g/Km. En todos los casos está exento de pagar impuesto de matriculación.
Además de modificaciones en la caja de cambios, motor y software; se han optimizado los componentes eléctricos y todas las versiones DRIVe incorporan sistema Start/Stop, que detiene el motor al circular a menos de 5 kilómetros por hora.
El motor T3 de gasolina también mejora en consumo y emisiones
La mecánica de gasolina turboalimentada de 1,6 litros de cilindrada y 150 CV, denominada T3, también recibe mejoras de cara a la eficiencia, aunque en este caso con cambio manual. Su consumo baja hasta situarse en una media ponderada de 5,8 litros a los 100 kilómetros y unos niveles de CO2 de 135 gramos por kilómetro, por lo que pagaría el 4,75% del impuesto de matriculación. Con cambio automático Powershift, por su parte, sube hasta los 7,1 l/100 Km y unas emisiones de 164 g/Km. Estará disponible en el S60 y en el V60.
Fuente: Volvo