Los coches eléctricos no están arrasando tanto como se esperaba en las listas de ventas. No al menos los de una gran parte de los fabricantes europeos. Si a ello le sumamos que Polestar ha tenido dificultades para lograr un impacto significativo en el mercado, así como que los planes de entrega para 2023 se han retrasado en al menos un par de ocasiones, la noticia no nos pilla por sorpresa.
Volvo Cars anunció en la presentación de su informe financiero de 2023 que cancelaría su apoyo financiero a Polestar, y ya es oficial. Más concretamente, la firma sueca venderá parte de las acciones del fabricante de automóviles eléctricos que cofundó en 2017 con su accionista mayoritario, Geely. El objetivo es centrarse en el desarrollo de sus propios modelos de próxima generación.
No es una idea ni mucho menos descabellada. Hemos de tener en cuenta que, durante estos últimos años, Polestar ha estado lanzando modelos al mercado que utilizan la tecnología eléctrica de Volvo, mientras que el propio fabricante sueco va con un notable retraso en sus propios lanzamientos. Por ese motivo, Volvo distribuirá el 62,7% de sus acciones en Polestar a otros accionistas.
Así, reducirá su participación en Polestar del 48% al 18%. La distribución se realizará mediante una división de acciones 2:1, seguida de un proceso de canje automático de acciones. La participación tiene un valor de aproximadamente 851,94 millones de euros al tipo de cambio actual. Tras esta maniobra, la china Geely se convertirá en el accionista más importante de Polestar, además de ser la encargada de brindar pleno apoyo operativo y financiero a la marca.
¿Un adiós para siempre a Polestar?
Ni mucho menos. A pesar de que Volvo venderá gran parte de sus participaciones en Polestar, la marca planea seguir colaborando estrechamente con la firma de eléctricos en I+D, fabricación y posventa. Que no se preocupen los propietarios de Polestar, que podrán recibir servicio en los concesionarios Volvo. Como cabría esperar, la idea ha gustado a los accionistas de Volvo.
Sin embargo, podríamos tomarlo como un jarro de agua fría para Polestar, que aspiraba a alcanzar el equilibrio financiero en 2025. Pese a ello, Thomas Ingenlath, director ejecutivo de Polestar, señala que “anticipamos con impaciencia una mayor colaboración con Volvo Cars y la oportunidad de aprovechar mayores sinergias con Geely en tecnologías de futuro”.