La automotriz sueca Volvo, propiedad de la china Geely, es una de las marcas «europeas» a las que más podría afectar la guerra que tiene la Unión Europea contra los automóviles eléctricos chinos. Recordemos que la decisión de la Comisión Europea acerca de imponer aranceles a los coches eléctricos chinos está a la vuelta de la esquina, y es más que probable que así ocurra finalmente.
Es por ello por lo que algunos fabricantes de automóviles se están preparando para los próximos movimientos de nuestros iluminados líderes europeos. Según informa el diario británico The Times, Volvo ya ha comenzado a trasladar a Bélgica la producción de algunos modelos eléctricos. Es el caso de los Volvo EX30 y EX90.
¿Volvo solo producirá eléctricos en Bélgica?
No, ni mucho menos. Recientemente, el Volvo EX90 comenzó su producción en la factoría de Charleston, en el Estado de Carolina del Sur, para determinados mercados. En los próximos meses, la planta de Gante (Bélgica) asumirá la producción europea del modelo, o al menos buena parte de ella. Se sumará a la actual producción del Volvo EX30 en la factoría belga.
El pequeño SUV eléctrico le ha dado a esta fábrica gran protagonismo en los últimos meses, ya que está siendo un gran éxito de ventas. El aumento de la producción debido al traslado de las unidades de China, así como el ensamblaje de algunos modelos destinados al mercado británico, no hará más que reforzar el papel de la planta dentro del fabricante de automóviles.
Según revela Volvo en un comunicado, estas decisiones no tienen nada que ver con la Comisión Europea: «la decisión de producir también el EX30 en Gante (Bélgica) refleja nuestra ambición de fabricar en la medida de lo posible nuestros coches allá donde los vendemos. Es prematuro especular sobre las implicaciones de las conclusiones de esta investigación o sobre cualquier posible medida«; pero todos sabemos por dónde van realmente los tiros…