La marca sueca nos tiene acostumbrados a leer sobre los importantes avances en materia de seguridad que incorpora en sus nuevos modelos. Pero en esta ocasión, una vez nos ha quedado claro que su objetivo es reducir a cero el número de víctimas en accidentes de tráfico a bordo de un Volvo de cara a 2020, el fabricante nos muestra cual será el rumbo marcado para alcanzar el éxito. Desde Autocar afirman que se trata de una estrategia que, sin abandonar la premisa de la seguridad, se centrará en versiones plug-in hybrid y en el crecimiento de la gama Cross Country.
Y es que a pesar de que la marca dispone ya de todo lo necesario para lanzar al mercado vehículos totalmente eléctricos, o al menos así lo afirma Lex Kerssemakers -vicepresidente de estrategia de producto-, no veremos esta tecnología en nuestras calles hasta que los clientes y las exigencias legislativas lo impongan. Mientras tanto, Volvo se centrará en satisfacer las exigencias de los clientes con el desarrollo de motores de cuatro cilindros y los novedosos propulsores híbridos enchufables, basados en una plataforma escalable y totalmente flexible que permitirá adaptarlos a las necesidades eléctricas en el momento oportuno. Los primeros en equipar esta tecnología serán el Volvo V60 y el futuro Volvo XC90, con los que la marca pretende «ofrecer algunas respuestas ahora, ya que suponen una buena eficiencia y la posibilidad de moverse entre el tráfico urbano utilizando solamente energía eléctrica«, tal y como declaraba Kerssemakers. Hoy por hoy, compartimos con Volvo la opinión de que la gran mayoría de ciudades no cuentan con suficiente infraestructura como para soportar una movilidad 100% eléctrica, por lo que realmente la tecnología plug-in hybrid tiene una mayor perspectiva de futuro al ofrecer lo mejor de dos mundos.
Respecto al crecimiento de la gama Cross Country, todo apunta a que el Volvo S60 Cross Country ha cosechado más éxito del esperado en el Salón de Detroit. Tras un plazo de desarrollo de tan solo 8 meses, el propio Lex Kerssemakers confesó que había quedado sorprendido por la gran expectación suscitada por este modelo en la cita norteamericana, afirmando incluso que si le hubieran preguntado hace 18 meses sobre la expansión de la gama crossover, ni se lo habría planteado como prioridad. Pero oye, si al público le gusta, ¿por qué quitarles el gusto? Al fin y al cabo, los SUV están de moda y las versiones crossover en todo tipo de segmentos inundan el mercado. Una tendencia que el fabricante sueco no quiere dejar pasar una vez comprobado su potencial y para la que prevé implantar una estrategia de crecimiento mucho más agresiva que la actual. Al ofrecer ciertas capacidades off-road como la tracción total o el control de descenso de pendientes, las versiones Cross Country quedarían a medio camino entre las prestaciones ofrecidas por un SUV y las berlinas actuales de la marca.