La inestable situación global vuelve a jugarle una mala pasada a los fabricantes europeos y es que se ha vuelto a demostrar en menos de dos años, que la metodología «just in time» y el bajo nivel de stock permanente en las fábricas no funciona en una situación de gran inestabilidad internacional.
Cuando no ha sido un buque en problemas atravesado en un estrecho, ha sido un incendio en la fábrica de un proveedor y ahora, la inestabilidad en el Mar Rojo está generada por los ataques de los huties -apoyados por Irán- a los buques mercantes de medio mundo que navegan por dichas aguas.
Hoy hemos sabido que marcas suspenderán la producción. Volvo lo hará en su planta belga la semana que viene después de haber registrado problemas en la ruta de navegación que suministra piezas a su cadena de fabricación y suministros.
La fábrica de Volvo en Gante detendrá la producción durante tres días después de que los barcos tuvieron que ser desviados para evitar la violencia existente y creciente en una de las rutas marítimas más transitadas del mundo, lo que retrasó la entrega -entre otras cosas- de cajas de cambio.
Con esta noticia, la sueca Volvo se une a Tesla que ya ha hecho público que detendrá su producción debido a la inestabilidad de la línea de suministros. Tesla ha dicho de forma oficial que suspenderá la mayor parte de la producción de automóviles en su fábrica de Berlín del 29 de enero al 11 de febrero.
A pesar de estos problemas menores, las marcas no creen que las interrupciones tengan un impacto en su capacidad para alcanzar los objetivos globales de producción o ventas en 2024.
Desde el propio Grupo Volkswagen ya han comunicado que no esperan restricciones «significativas» por los problemas en el Mar Rojo pero otros grupos y marcas han recurrido a otros proveedores y a otros medios de transporte más caros como el avión para transportar algunos componentes de menor tamaño y peso.
Vía | AutoNews Europe