Hace días os mostramos datos que demostraban una disminución de la contaminación del aire en el norte de Italia, coincidiendo con su bloqueo nacional para prevenir la propagación del coronavirus (COVID-19). Este nuevo mapa muestra la variación de las emisiones de dióxido de nitrógeno sobre China de Diciembre a Marzo, gracias al instrumento Tropomi instalado a bordo del satélite Copernicus Sentinel-5P.
Cuando estalló la noticia del coronavirus en la provincia de Hubei, China, a fines de diciembre de 2019, se implementaron medidas más estrictas. Como resultado, a fines de enero, se cerraron las fábricas y se despejaron las calles, ya que las autoridades chinas habían limitado las actividades diarias para detener la propagación de la enfermedad.
Esto condujo a una reducción dramática en las emisiones de dióxido de nitrógeno, aquellas emitidas por plantas de energía, instalaciones industriales y vehículos, en las principales ciudades chinas entre finales de enero y febrero. La caída en las emisiones también coincidió con las celebraciones del Año Nuevo Lunar, que generalmente ve una caída similar en las emisiones cada año.
El servicio de monitorización de la Atmósfera de Copérnico (CAMS) observó una disminución de partículas finas, uno de los contaminantes del aire más importantes, en febrero de 2020 en comparación con los tres años anteriores. Al combinar observaciones con modelos informáticos detallados de la atmósfera, sus estudios indicaron una reducción de alrededor del 20-30% en partículas en la superficie en grandes partes de China.
A medida que la epidemia de coronavirus disminuye en China, muchas provincias han reducido sus niveles de respuesta a emergencias. Las escuelas, las fábricas y otros espacios públicos están comenzando a reabrirse y los trabajadores están volviendo gradualmente a sus trabajos.
Y aunque la contaminación es mala, la activación nuevamente de la fábrica del mundo, también lo es, ¿no crees?.