Hoy es un día muy especial. Se trata de una fecha señalada en el calendario de cualquier entusiasmado del motor porque un día como hoy pero hace nada menos que 70 años salió de la línea de montaje el primer Volkswagen Type 1 “producido en serie”, un modelo que también conocemos bajo el nombre de “Beetle”, “Sedán”, “Vocho” o “Escarabajo”.
Fue poco después de la primera Navidad de la posguerra de 1945 cuando salió de la cadena de montaje el primer Type 1 producido en masa, un modelo del que se han fabricado de forma global más de 21 millones de unidades en todo el planeta. Pese a que en 1945 se reanudó la producción, ya en 1938 este modelo de automóvil se llamaba KdF-Wagen (Kraft durch Freude Wagen, algo así como “El coche de la fuerza mediante la alegría”). Durante la Segunda Guerra Mundial Alemania produjo muy pocos ejemplares con la auténtica carrocería de este modelo debido a que la producción se centró en adaptar la producción a los modelos militares Kübelwagen y Schwimmwagen.
Adolf Hitler, por entonces canciller de Alemania, fue uno de los inspiradores del diseño. En 1933 Hitler se entrevistó con Ferdinand Porsche para discutir sobre el desarrollo de un «Volkswagen» Automóvil para el pueblo, un vehículo básico que debería ser capaz de transportar a dos adultos y tres niños a una velocidad máxima de 100 km/h, y que debiese costar no más de 990 Reichsmarks.
Pese a su éxito, desde el 27 de diciembre de 1945 al 31 de diciembre de 1945 solo se ensamblaron 55 unidades del Escarabajo debido al desafío que suponía el inicio de una producción en masa. La escasez de materiales y el deterioro de las infraestructuras fueron los principales hándicaps a los que se enfrentó el Type 1 en los meses posteriores al inicio de su producción.
A pesar del gran desafío, las primeras unidades eran símbolos visibles de esperanza; de un nuevo comienzo para la planta de producción, en ese momento bajo control británico.
Para el final de la Segunda Guerra Mundial, apenas 630 unidades el “coche del pueblo” se habían construido en la fábrica que posteriormente se convertiría en la actual Wolfsburg y que tenía que ser transformada y adaptada a la fabricación de bienes civiles, tras varios años fabricando bienes principalmente militares.
El sitio fue ocupado por las tropas de Estados Unidos el 11 de abril de 1945. En junio de 1945, el gobierno militar británico se hizo cargo de la administración fiduciaria de la mano de obra de la fábrica, nada menos que unas 6.000 trabajadores.
El 22 de agosto de 1945, Ivan Hirst efectuó un pedido inicial de 20.000 unidades, garantizando en cierto modo la viabilidad de la fábrica y evitando la amenaza de la clausura y el desmantelamiento de las instalaciones. Los vehículos fueron principalmente destinados para su uso por los aliados, el objetivo era el de proporcionar ayuda a los servicios de atención sanitaria de las zonas rurales. La producción se mantuvo mayormente estancada en 1.000 vehículos al mes entre 1946 y 1947, algo que duró hasta la reforma monetaria de junio de 1948 cuando un significativo número de compradores privados surgido de la nada y nuevamente dio aire a las instalaciones.
Las raíces británicas de Volkswagen son más que necesarias para explicar el auge de la empresa y su transformación para la fabricación civil de bienes de calidad accesibles.
La puesta en marcha de las exportaciones en octubre de 1947 marcó un primer paso hacia la expansión internacional del modelo. Las primeras elecciones al comité de empresa en noviembre de 1945 – apenas seis meses después del final de la guerra – introdujeron los principios de participación democrática de los empleados en la planta. Cuando la empresa Volkswagenwerk GmbH fue puesta en manos de los alemanes en octubre de 1949 estaba en la pole position del inicio del milagro económico de Alemania.
El escarabajo fue un factor clave en el desarrollo de la democracia y la movilidad en la Alemania de la posguerra, y posteriormente encontró en muchos hogares de todo el mundo, actuando como embajador promocional de una imagen positiva de Alemania. 7
El automóvil fue diseñado funcional y mecánicamente para que fuera lo más simple posible, así que no podían cometerse grandes errores; los motores enfriados por aire de 985cc y 19 kW eran realmente duros. El motor de 4 cilindros Bóxer, la refrigeración por aire, sus innovaciones técnicas como la “eyección de agua en el parabrisas gracias a un sistema de sobrepresión en la rueda de repuesto” o la novedosa suspensión cuyo diseño se basaba en barras de torsión, hicieron de él un superventas.
La historia del Beetle fue tan exitosa que la última ubicación de su producción oficial se suspendió a finales de 2003 en Puebla, México.
Hasta el fin de su producción el Beetle ha sufrido millares de cambios, desde el aumento de potencia a la introducción de variantes cabrio, automáticas, 4×4, etc…
Sin duda alguna, con más de 21 millones de vehículos fabricados, el escarabajo se ha convertido en un icono de la automoción, amado por millones de personas que reconocerían sus características formas a simple vista.
Me encanta
ke recuerdo de este coche
Todo un clásico de wolfsburg
Miguel José López Bitetti