Quién nos iba a decir a principios de siglo que el Porsche Cayenne no solo sería uno de los productos favoritos dentro de la gama alemana, sino también su salvación económica. Sí, hace ya 20 años que conocimos el Cayenne de primera generación. Lo que quizá no sabías es que pudo haber existido un Porsche Cayenne Cabriolet.
El Cayenne llegó en 2002 con el objetivo de reflotar a una Porsche en apuros. Y van ya más de un millón de Porsche Cayenne fabricados en la planta de Bratislava, Eslovaquia. Pese a haber sido uno de los productos más controvertidos y polémicos entre los más puristas, ahora es un verdadero referente para su segmento.
¿Cómo nace el Porsche Cayenne Cabriolet?
Porsche se planteó desde el principio distintas alternativas a la carrocería SUV clásica de cinco puertas del Cayenne. Poco después del lanzamiento de la primera generación, se estuvieron considerando tres variantes adicionales. Se trataba de un coupé, una versión alargada en 200 mm y con una tercera fila de asientos; así como un descapotable.
Sorprendentemente, lo que podría haber parecido la opción menos convencional, no se descartó de inmediato. Se construyó una unidad del Cayenne descapotable con aproximadamente 4,8 metros de largo. Hoy en día, todavía hay un solo ejemplar del Cayenne descapotable guardado en el Museo Porsche.
Sin embargo, no se trata de una unidad para circular por carretera, sino de una maqueta que se puede conducir en instalaciones cerradas al tráfico. Los diseñadores quitaron el techo, pero prescindieron de las medidas necesarias de rigidez para la carrocería de un automóvil descapotable.
Incapaz de proporcionar una conducción segura y estable, el vehículo se transporta a su destino cuando es necesario. Nunca se planificaron pruebas de conducción, ya que esta unidad se hizo simplemente para evaluar cuatro criterios:
- ¿Se va cómodamente sentado en el vehículo cuando el techo desciende en forma de coupé hacia la parte trasera y cuando el parabrisas y los pilares A son más cortos?
- ¿Es práctico el Cayenne como modelo con dos puertas que son 20 centímetros más largas?
- ¿Es posible incorporar una capota de lona elegante y de alta calidad que también se pueda plegar rápidamente?
- ¿Cómo debe diseñarse la parte trasera?
Curiosamente, en 2002 todavía no había un acuerdo sobre esto último y se diseñaron dos secciones traseras diferentes. En una, el piloto posterior izquierdo se colocó en una posición más baja; mientras que en la otra estaba bastante más elevado. El resto del modelo luce un diseño de tres puertas al más puro estilo «Targa».
El habitáculo era igual que en el modelo de serie, pero con el parabrisas acortado. Su diseño en conjunto fue quizás demasiado atrevido para la época, aunque adelantó algo que poco después llegó al mercado. Sí, los SUV descapotables como el Nissan Murano CrossCabriolet o el Range Rover Evoque Convertible.
El Porsche Cayenne Cabriolet nunca se hizo realidad
Si el coche hubiera llegado a la producción, obviamente se habría optado por un único diseño trasero y los problemas técnicos, sin duda, se habrían resuelto. Ya entonces se concibió un mecanismo de techo blando que ahora es familiar. Sí, una solución semejante a la del Porsche 911 Targa, desde el modelo de la generación 991.
El capó del maletero de este Cayenne iba enganchado tanto en la parte delantera como trasera. Esto permitía abrirlo en ambas direcciones. La capota se desplazaría sobre el arco de seguridad fijo y estaría alojada en la parte trasera, donde la tapa del maletero se abriría en la dirección opuesta; y dicha capota se plegaría en forma de Z.
Sin embargo, el mecanismo nunca pasó de la etapa de simulación por ordenador. Nunca acabó de construirse por completo. Hoy, la capota de lona se guarda en el maletero de la pieza de museo y debe colocarse manualmente si es necesario. Las previsiones sobre rentabilidad no eran especialmente halagüeñas.
Además, había dudas de si el coche iba a resultar tan atractivo como debería ser un Porsche. “Un SUV descapotable es un desafío tanto desde el punto de vista estético como formal”, explica Michael Mauer. “Un SUV siempre tiene una carrocería grande y pesada. Si combinas esto con una mitad superior del vehículo pequeña y luego cortas el techo, obtienes formas muy extrañas”.
El Cayenne fue un salvavidas para Porsche
El Cayenne es todo un símbolo de la historia de éxito de la compañía. Incluso la base de la electrificación que hoy alcanza su máxima expresión en el Taycan y un modelo que ha batido más récords que muchos deportivos. La historia del Cayenne comienza con el ‘955’ de primera generación, un automóvil que abrió la puerta al segmento de los SUV deportivos de lujo.
Es más, no existiría un Lamborghini Urus si no hubiese existido primero el Cayenne Turbo. Para poneros en contexto, la década de los ’90 fue realmente complicada en términos de ventas. La gran caída del tipo de cambio del dólar, la estrategia de modelos y los altos costes de producción crearon problemas a la empresa. A partir de 1986, Porsche atravesó dificultades económicas.
En 1991, solo vendió 23.000 coches, la mitad que cinco años antes. A finales de 1992, las pérdidas sumaban 240 millones de marcos alemanes. El punto más bajo se alcanzó en el año fiscal 1992/1993 con ventas de solo 14.362 vehículos. En el ejercicio 1989/1990, el volumen de ventas era todavía de 31.235 unidades.
Poco tiempo después, en enero de 1993, el prototipo del Boxster presentado en el Salón de Detroit tuvo una acogida muy entusiasta. La empresa parecía haberse reinventado a sí misma. Porsche produjo entonces el deportivo Boxster, también biplaza, junto a la gama 911. Esto aseguró un fuerte repunte en 1996, con 32.000 coches vendidos.
Pero en Zuffenhausen no te puedes dormir en los laureles. El siguiente paso fue decidir qué modelo podría complementar la gama en un futuro próximo. ¿Qué es lo que demandaría el público a principios del siglo XXI? ¿Qué había que desarrollar a finales de los años 90? Mirando la bola de cristal, ¿qué coche podría ser apropiado para el mercado?
Qué podría aumentar los ingresos, ¿un tercer coche de dos puertas de Zuffenhausen? No, no otro coche de dos puertas. La introducción del Boxster no era suficiente para mantener a flote la firma alemana, necesitaban sangre fresca para sobrevivir, y el proyecto “Colorado” empezó a tomar forma como una colaboración entre Porsche y Volkswagen.
Se requería que el producto en el que estaban trabajando fuera “potente, con características de conducción dinámicas y adecuado para todo tipo de terrenos. Un automóvil familiar de cinco plazas con el típico ADN de Porsche. Deportivo.» ¿Y quién se iba a imaginar que un Porsche en formato SUV iba a triunfar en el mercado?
Quizás tú o yo no, pero curiosamente Hans-Jurgen Wöhler, ex vicepresidente de la línea de productos de Porsche, recuerda que “Ferry Porsche dijo una vez que si construyéramos un vehículo todoterreno de acuerdo con nuestros conceptos de calidad, sin duda se vendería”. El Cayenne hizo su debut en septiembre de 2002 en el Salón del Automóvil de París y Porsche nunca miró hacia atrás.
Desde entonces el Cayenne ha marcado muchos hitos, con versiones realmente atractivas y prestacionales como el Turbo y el Turbo S de alto rendimiento, el deportivo GTS y, por supuesto, el Cayenne Diesel, que desde su irrupción en el mercado en 2009 tuvo un gran éxito en Europa gracias a su unidad V6 TDI de 3.0 litros con 240 CV y 550 Nm de par máximo.
El Cayenne de segunda generación llegó apenas un año después, en 2010, creciendo en tamaño y heredando algunos rasgos de diseño del Carrera GT, como los faros. Presumía de mejores proporciones, un exterior más elegante, un interior completamente rediseñado y pesaba casi 250 kg menos que su predecesor, con una conducción más cómoda y deportiva.
La segunda generación también marcó la llegada de la variante S Diesel, propulsada por una unidad V8 TDI; así como el nacimiento del Cayenne Hybrid, seguido del poderoso e imponente Cayenne S E-Hybrid híbrido enchufable en 2014. El rendimiento mejoró, naturalmente, en todos los ámbitos, y para aquél entonces el Cayenne ya era todo un superventas.
La introducción del Cayenne de tercera generación también marcó el debut de la variante Coupé, un modelo que muchos creen que debería haber sido el Cayenne original. En palabras de la marca, «con este automóvil, presentamos un modelo al mercado que crea un vínculo aún más fuerte entre la usabilidad diaria de un SUV y las características de conducción de un automóvil deportivo«.
Y si miramos al futuro, Wöhler lo tiene claro, «los coches cambiarán en los próximos 10 años. El Cayenne continuará su camino y seguirá siendo el mejor SUV de su segmento. Puedo entregar felizmente las riendas a mi sucesor«. Se refiere a Manfred Harrer, el nuevo Vicepresidente de la gama Cayenne, quien seguirá escribiendo su historia de éxito más allá de la marca del millón.