El Mercedes-AMG GT R es uno de esos coches de calle que podría pasar perfectamente por un coche de carreras gracias a su aspecto radical, prestaciones y tecnología de la competición. Por eso ha sido protagonista de múltiples preparadores como Domain Autodesign o Renntech, e incluso se ha llegado a convertir en el Safety Car más potente de la Fórmula 1.
Sin embargo, G-Power ha vuelto a hacer de las suyas y ha desarrollado un kit de rendimiento imponente y demencial para el deportivo, donde las desproporcionadas sobredosis de potencia son las protagonistas. Lo que muchos echaréis en falta son las novedades estéticas en la carrocería, pues ya sabéis que ese no es el estilo de este especialista del mercado de accesorios.
Estaréis de acuerdo conmigo en que un motor V8 de 4.0 litros turboalimentado de 585 CV y 700 Nm de par son más que suficientes para cualquier automóvil, sobre todo para uno que de serie es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 3,6 segundos y de alcanzar una velocidad máxima de 318 km/h, pero ya sabéis que en este mundo hay mucho inconformista suelto.
Para todos ellos G-Power nos ofrece un kit de potencia que eleva la cifra total hasta la friolera de 800 CV y 850 Nm de par motor. Esto es posible gracias a una combinación del Performance Software V4 y varias modificaciones de hardware en el motor M178, tales como la adición una bomba de combustible de competición, filtros deportivos o nuevos pistones forjados, entre otros.
¿Te parece demasiado? Tranquilo, G-Power ofrece hasta cuatro niveles de preparación para el GT R. El nivel V3 cuenta con 750 CV y 800 Nm, el nivel V2 alcanza los 690 CV y 770 Nm y el más racional V1 presume de tener 650 CV y 750 Nm.
A nivel estético, todos ellos pueden equiparse con unas llantas forjadas de aluminio Hurricane RR, calzadas con neumáticos Michelin en dimensiones 275/30 ZR20 delante y 305/25 ZR21 detrás.