Equipamiento
El Mazda MX-5 está disponible en tres acabados distintos: Style, Luxury y Sportive. Desde la versión Style como la nuestra, ofrece de serie airbags delanteros con desactivación del airbag del acompañante, airbags laterales para protección de tórax y cabeza, DSC con función de desactivación, control de tracción (TCS), llantas de aleación, deflector de viento, luna trasera térmica, cierre centralizado con mando a distancia, mandos del sistema de sonido integrados en el volante, climatizador con funciones especiales para conducción sin capota, asientos térmicos con sistema de cinco niveles de ajuste de la temperatura, volante y pomo de la palanca de cambios de cuero.
Los faros de xenón, el pedalier de aluminio, el nuevo sistema de sonido de alta calidad Bose con siete altavoces, y el nuevo control de crucero vienen de serie, pero a partir del acabado Sportive. Nuestra unidad, pese a ser una versión inferior, también traía control de crucero.
No obstante, al margen del confort, en un descapotable la seguridad es algo capital. En este sentido, el Mazda MX-5 está equipado con el mismo paquete de seguridad activa y pasiva que presentaba el modelo de tercera generación. El sistema de frenado, que se compone de discos ventilados de 290 mm en la parte delantera y discos macizos de 280 mm en la trasera, responde con gran precisión a la presión del pedal del freno y ofrece un comportamiento magnífico en la desaceleración. Además, el control de estabilidad (DSC) y el control de tracción (TCS) vienen ahora de serie en la gama en España.
El paquete de seguridad pasiva empieza por un habitáculo en acero de alta resistencia, con barras de refuerzo antivuelco fabricadas en acero de resistencia ultra alta en los pilares A, protección frente a los impactos laterales y resistentes largueros en el piso. Todos los modelos incorporan de serie airbags delanteros con función de desactivación en el caso del lado del acompañante y, en toda la gama Roadster Coupe –como el nuestro-, también se montan de serie airbags especiales laterales de doble cámara para cabeza y tórax. Éstos se encuentran integrados en el respaldo y se activan mediante un generador de gas y un inflador compartido, capaces de inflar ambas cámaras más rápido que algunos sistemas de una sola cámara, ofreciendo una protección lateral realmente mejorada.
Motor y dinámica
El motor de gasolina de 1,8 litros con transmisión manual de cinco velocidades que monta nuestro Mazda MX-5 se mantiene sin cambios con respecto a las versiones anteriores. El 1.8 desarrolla 93 kW/126 CV de potencia máxima a 6500 rpm y ofrece un par máximo de 167 Nm a 4500 rpm. Sólo un pequeño cambio: la relación final se ha reducido de 4,100 a 3,909 para reducir el consumo, que se sitúa, según valores oficiales, en 7,0 litros a los 100 km (un 4% menos que antes), y ofrecer unas emisiones de 167 g/km.
Sin embargo, en la práctica, nuestra experiencia nos dice que el consumo es sensiblemente superior. Para que os hagáis una idea, sin conocer la conducción practicada por la persona que utilizó el coche antes que yo, el ordenador marcaba un consumo medio de 9.8 litros a los 100. Pensé que seguramente habían estado dándole caña y decidí intentar bajarlo durante un par de días haciendo una conducción sosegada. No logré bajarlo de 9.5 así que finalmente lo puse a cero.
A partir de ese momento, en primer lugar hice la prueba de consumo, obteniendo, en el trayecto que suelo hacer para ello, una media de 7.3 –sin pasar de 100 km/h y casi dejándolo caer en las bajadas. Al final de la prueba total, el consumo se situó en 8.9 litros, lo cual me parece que se acerca bastante al consumo real que obtendría un conductor medio.
…. diseño anticuadisimo, interior muy cutre, ninguna variedad de motores, y el motor que tiene es TRAGÓN Y POCO POTENTE… un desastre de mazda
Primero el diseño no tiene porqué ser renovado cada dos x tres, en cuanto al motor no lo he probado pero está claro que no es un superdeportivo, es el precursor de los roadster tipo z3/z4, audi tt o slk entre otros. Yo creo que el coche en si no esta mal, lo que si le vendría bien es mas variedad de motores pero sin recurrir al diesel…
Yo compré uno en Junio de 2013.
1) Sí, el coche es «tragón» (8l/100) comparado con los turbodiesel actuales (es gasolina y atmosférico).
2) Sí, el coche no es muy potente ni acelera ni recupera muy deprisa cuando se circula de forma «normal» (vengo de un Seat León TDI de 110cv que se sentía más potente). Es un coche que exige un régimen de revoluciones alto, a partir de las 4500rpm es donde se le saca el potencial, hasta el corte de inyección (que ronda las 7000 rpm). Eso implica aumentar el consumo (tampoco una barbaridad) pero es más que suficiente para realizar adelantamientos con seguridad.
3) Es un deportivo para disfrutar conduciendo, y no para fantasmear frente al resto de conductores. Las sensaciones que transmite en una carretera de montaña te hacen desear más y más. No es un coche muy apropiado para ciudad ni para autopista. Las curvas son su territorio, donde una dirección y un cambio de marchas rápido, preciso y directo te hacen disfrutar realmente de la conducción.
4) Este fin de semana me voy de Madrid a Zaragoza…y en lugar de 2 horas y media como podría tardar por la autopista, voy a tardar 6 horas, atravesando el parque del Alto Tajo y pisando menos de 80km de autopista en total. Y voy a gastar más gasolina. Y no me importa. El porqué no me importa es lo que resulta tan difícil de explicar, y lo que hace que me alegre un montón de haber cambiado mi antiguo TDI por este juguete, a pesar de correr mucho menos.