Equipamiento:
El nuevo Mazda6 es el segundo modelo de una nueva generación de productos que incorporan el nuevo diseño KODO y la revolucionaria tecnología SKYACTIVE. Una tecnología que reinventa el proceso integral de desarrollo de un vehículo, desde los motores, pasando por las transmisiones, la carrocería y el chasis, en busca de una mayor eficiencia pero mejorando las prestaciones e incrementando la seguridad. El objetivo es ofrecer al cliente vehículos de gasolina con consumos de diésel y vehículos diésel con consumos de híbridos. Entre las características más relevantes del modelo señalaría las siguientes:
– Sistema de control de presión de los neumáticos: Como anécdota, decir que comprobamos en primera persona el buen funcionamiento de este sistema. Si la presión de aire de uno o varios neumáticos disminuye, el sistema lo indica al conductor mediante la luz de advertencia en el cuadro de instrumentos y mediante un pitido.
– Bloqueo de la 2ª marcha en la caja automática en superficies difíciles: En caso de dificultad por tener que salir de una zona resbaladiza (barro, arena, nieve) con muy baja adherencia en las cuatro ruedas, es recomendable cancelar el control de tracción TCS y bloquear la 2ª velocidad en la caja automática. Para ello, se debe pasar el selector a modo manual con el vehículo parado, y cambiar con un toque a 2ª. La velocidad se bloqueará hasta que se toque el selector hacia otra posición (M o D).
– Asistente de cambio de carril (RVM): El monitor trasero del ángulo muerto de los espejos funciona a partir de 30 km/h, detectando incluso motos y bicicletas, permaneciendo conectado en todos los ciclos de arranque.
– Sistema de asistencia para el reconocimiento de distancias (DRSS): Calcula la distancia a la que se encuentra el vehículo precedente, en función de la velocidad del vehículo y lo muestra en el MID panel con las marcas laterales. Es meramente informativo.
– Control de crucero adaptativo (MRCC): Ajusta la velocidad de crucero establecida, manteniendo una distancia de seguridad configurable según los deseos del conductor, acelerando o aplicando los frenos si es necesario, en un rango de 30 a 200 km/h. Para su correcto funcionamiento, eso sí, es fundamental que el sensor esté limpio.
– Sistema de frenada en ciudad (SCBS): Sería el complemento al punto anterior, y funciona en un rango de 4 a 30 km/h llegando a detener el vehículo si fuera necesario.
– Sistema de alerta de cambio involuntario de carril (LDWS): Entra en funcionamiento a partir de 60 km/h y avisa al conductor mediante una alerta sonora cuando detecta que se está produciendo un cambio de carril no voluntario. El volumen del sonido es ajustable. Funciona realmente bien, como ya hemos comentado en alguna otra ocasión cuando hemos probado algún Mazda.
Para los que queráis saber qué opcionales montaba nuestro Mazda6, debo deciros que se trataba de la versión Luxury con el Pack Travel y el Pack Premium, con un sobrecoste de 2.570 euros entre los dos y que incluyen: los mencionados control de crucero, SCBS, asientos de cuero (beige en nuestro caso), asientos delanteros con ajuste eléctrico, ajuste lumbar eléctrico para el conductor, y memoria de posición del asiento del conductor. La pintura metalizada, como ya hemos comentado, supone un desembolso de 670 euros en este caso, 520 euros en el resto de colores metalizados.
Motorización:
La marca nipona oferta en nuestro país el Mazda6 con tres motorizaciones distintas, una diésel y dos gasolina, (el diésel a su vez rinde a dos potencias distintas en función de la versión elegida). Todos ellos son de potencia media-alta, pues no existe una motorización de acceso que ronde los ciento y poco cv. Personalmente me parece bien, pues esas potencias son poco apropiadas para vehículos de estas características, aunque siempre habrá quien pueda opinar lo contrario. Por el momento, tampoco podemos optar a una versión ultrapotenciada (MPS), aunque el 2.5l de 192 cv no debe ir mal.