Equipamiento:
El Suzuki Grand Vitara Black&White se caracteriza por ser una versión cerrada, con un equipamiento de serie que es bastante completo, pero que está sujeto a muy pocas posibilidades de modificación.
– Llantas de aleación específicas 225/60 R18.
– Cubierta de rueda de repuesto.
– Raíles plateados en el techo.
– Techo solar.
– Faros halógenos multirreflectores (xenon).
– Faros antiniebla delanteros y traseros.
– Cristales tintados.
– Volante multifunción de cuero.
– Asientos calefactables.
– Control de velocidad.
– Climatizador monozona.
– Keyless start (arranque sin llave).
– Apertura de puertas sin llave.
– Tapicería de tela.
Como veréis, no se trata del equipamiento más completo del mundo, pero debemos tener en cuenta que absolutamente todo viene de serie, por lo que no representa un incremento con respecto al precio final del vehículo.
No obstante, debo decir que echamos en falta algunos elementos muy importantes de los que podríamos considerar “de primera necesidad”. Entre ellos destacaría dos que afectan al confort y otros dos que afectan directamente a la seguridad.
Me estoy refiriendo en primer lugar a los sistemas multimedia. Por un lado resulta casi imprescindible que, un vehículo que presume de equipamiento, incorpore tanto navegador como bluetooth, dos cosas de las que carece el Suzuki Grand Vitara Black&White. Evidentemente existen soluciones alternativas como el Parrot que habían colocado a nuestra unidad de prueba, pero no nos parece lo más recomendable.
Por otro lado, y casi más importante, en el marco de la seguridad, es imperdonable la ausencia de cámara de asistencia al aparcamiento en un vehículo de estas características y dimensiones. De la mano de la cámara debería aparecer el otro gran ausente, el sensor de aparcamiento que nos alerte cuando maniobramos para saber si podemos colisionar con algún objeto. Bien es verdad que los enormes espejos retrovisores del Grand Vitara le hacen gozar de una visibilidad extraordinaria, pero estos sistemas facilitan la vida al conductor.