Prueba Nissan Qashqai Tekna 1.6 dCi 130 cv 4×4: Reinventando al superventas

Esta semana nos llega a la sección de pruebas de autonocion.com la segunda generación de uno de los modelos más populares dentro del segmento de los SUV, el nuevo Nissan Qashqai con la mecánica diésel 1.6 dCi que rinde 130 c.v.

Tal y como se ve, el nuevo Nissan Qashqai se parece a su antecesor únicamente en el nombre, pero con la misma intención de convertirse en un éxito de ventas, y superar así a modelos como el Volkswagen Tiguan (ver prueba), el Peugeot 4008 (ver prueba), el Ford Kuga (ver prueba), el Honda CR-V (ver prueba), el Hyundai IX35 (ver prueba) o el BMW X3 (ver prueba).

Diseño Exterior

Cuando tenemos ante nosotros la segunda generación del Nissan Qashqai, nos damos cuenta de que el tamaño del coche ha aumentado, siendo ahora 20 mm más ancho, 47 mm más largo y 15 mm más bajo.

El Qashqai se ha diseñado en torno a tres conceptos básicos, evocar agilidad atlética manteniendo el estilo de la nueva gama Nissan, el exterior debía tener un aspecto más fuerte y deportivo. También debía ser palpable la avanzada tecnología que Nissan quiere hacer accesible a todos los usuarios, y por último, el conductor debía tener todo bajo control en cada momento.

LEE TAMBIÉN

Prueba Nissan Ariya 306 CV 87 kWh e-4ORCE Evolve: prestacional y diferente

El nuevo Qashqai muestra un nuevo y atractivo diseño con potentes curvas, líneas limpias y sofisticados detalles que incluyen llantas de aleación de hasta 19 pulgadas. Entre los nuevos elementos de diseño destaca la elevada línea del capó y los musculosos pasos de rueda con los que el Qashqai transmite una innegable sensación de dinamismo y robustez.

El nuevo Qashqai no sólo tiene un aspecto exterior atractivo y dinámico sino que además corta el aire con una mayor eficiencia gracias a un coeficiente de penetración de 0,32, lo que mejora notablemente tanto el comportamiento dinámico como los consumos.

En la delantera los ojos se nos van inevitablemente a los nuevos faros de tecnología LED por completo en algunos acabados: tanto para las luces diurnas, como para las cortas y las largas. El uso de LED en lugar de Xenon no es por moda, los faros LED del Qashqai emiten una luz más blanca, con lo que se mejora de manera notable la visibilidad nocturna, y además necesitan un 50% menos de energía que unos faros de xenón equivalentes.

La forma de la icónica parrilla en V, que veremos en los futuros modelos, se prolonga a través del capó y en la parte trasera del coche aportando un aspecto más deportivo al conjunto, mientras que la sensación de solidez propia del Qashqai se expresa en los parachoques frontales, orientados hacia las ruedas.

LEE TAMBIÉN

Prueba Nissan Ariya 306 CV 87 kWh e-4ORCE Evolve: prestacional y diferente

Diseño Interior

En el interior, los diseñadores de Nissan han creado un habitáculo que combina claridad, armonía y espacio. Gracias a su elevada línea de hombros, los ocupantes tienen una gran sensación de protección combinado, en lo que respecta al conductor, con una posición elevada que le permite dominar la carretera.

Las líneas del salpicadero parecen seguir el diseño en V de la parrilla delantera, ya que todas sus formas parecen surgir desde el centro hacia los laterales. El salpicadero se encuentra presidido por las salidas de aire centrales, situadas por encima de la pantalla multimedia desde la que manejamos el navegador, la radio, las tomas auxiliares, etc. Justo debajo de esta pantalla encontramos los mandos del climatizador.

Pese a que el salto cualitativo del interior es notable y se han empleado plásticos blandos, es inevitable ver en algunos elementos, como los mandos de las ventanillas, los controles para ajustar los espejos retrovisores, o los botones del volante, que nos encontramos, sin duda, ante un coche japonés. No lo digo como algo negativo, pero no deja de ser curioso que todas las marcas japonesas puedan diferenciarse de cualquier otro fabricante por usar los mismos botones.

Al crear el interior del nuevo Qashqai, desde Nissan decidieron situar al conductor como principal centro de atención. Los sistemas de confort, practicidad y seguridad se analizaron y rediseñaron para facilitar al conductor el acceso a todos los mandos y controles. Gracias a un intuitivo interface único, el conductor puede adecuar las funciones del Nuevo Qashqai a sus necesidades; desde conectar los tres flashes únicos para los intermitentes en los cambios de carril hasta decidir el umbral de activación de los faros automáticos. Cada menú y cada pantalla muestran la información de forma lógica y estructurada en la nueva pantalla situada en el centro de la instrumentación, entre el velocímetro y el cuentarrevoluciones y cuyos contenidos se manejan mediante mandos en el volante.