Para terminar de aumentar las ganas de girar ya la llave y empezar a conducir, vemos que el peso total del coche se sitúa en 1.194 kilos, acelera de 0 a100 km/h en sólo 6,9 segundos y alcanza una velocidad máxima de 229 km/h. Ahora hay que añadir a estos datos un consumo de 5,9 l/100 km según la marca. Tiene todos los ingredientes para sacarnos una sonrisa en cada curva.
Nada más arrancar, nos saluda un ronroneo que nos indica que bajo el capó hay un motor diferente. Engranamos la D en la caja DSG y aceleramos. Los primeros kilómetros los hicimos por ciudad y aunque pueda pensarse que ese no es su hábitat, se desenvuelve con mucha soltura. Y el consumo tampoco se dispara gracias a que el cambio DSG selecciona marchas altas para circular a pocas revoluciones.
Al salir de los semáforos lo más normal es que sin darnos cuenta dejemos al resto de coches atrás, la reacción del Polo GTI desde parado es inmediata y contundente, pero al mismo tiempo muy suave.
Circulando en autopista es muy útil el control de velocidad, ya que es muy fácil circular a ritmos por encima de los límites legales sin darnos cuenta. Las reacciones del coche son muy rápidas sin importar la velocidad a la que vayamos o la marcha que llevemos engranada, en automático, si circulamos en 7ª a 60 km/h, por ejemplo, en cuanto pisemos a fondo, el coche engranará la marcha que considere más adecuada, y saldremos disparados.
Como suele ocurrir en los automáticos, el coche cambia en unas revoluciones o en otras, en función de cómo llevemos el pedal de pisado. En este sentido, si queremos ir tranquilos, el cambio actuará de la forma más eficiente posible, mientras que si sólo buscamos prestaciones, también nos dejará satisfechos.
No es un coche para buscar consumos ajustados, pero si cuidamos algunos detalles, se pueden obtener buenas cifras. Nosotros llegamos a conseguir una media de 4,9 l/100 km, que no esta nada mal teniendo en cuenta el coche que es. El problema es que es muy difícil controlarse y buscar consumos bajos. El sonido es uno de los culpables de esto, en cuanto sube de vueltas un poco, el sonido nos invita a seguir subiendo y con ello también sube el consumo de combustible.
En lo que se refiere a su comportamiento en carreteras reviradas, el Volkswagen Polo GTI responde de forma brillante. La velocidad del cambio con las levas me dio la sensación de que era un poco más lento que en el modo automático. El agarre es el esperado en un coche de corte deportivo de categoría superior, la suspensión permite tomar las curvas de forma que parece que el coche va sobre raíles, y al mismo tiempo no resultan incómodas en el día a día.
En resumen, se trata de un coche muy agradable de conducir. Si queremos divertirnos con él, no nos va a defraudar, y si es un coche que además de para alguna salida lo queremos usar a diario, también es perfectamente apto, incluso si tenemos que recorrer tramos urbanos. En este sentido, el consumo real del coche, sin buscar una cifra baja, está entre 6,5 y 7 l/100 km. Me parece una cifra muy buena teniendo en cuenta la potencia del motor.
Precio:
El Volkswagen Polo GTI tiene un precio de salida de 25.500,00 €. El único color que no tiene coste adicional es el rojo. El color blanco cuesta 915,00 € y el negro como el de la unidad de pruebas 405,00 €.
La carrocería de 4 puertas cuesta 660,00 € más que la versión de 2 puertas.
El extra del techo corredizo panorámico que equipaba nuestro Polo GTI cuesta 855,00 €, por lo que el Volkswagen Polo GTI como el probado, tiene un coste de unos 26.760,00 € un precio muy bueno teniendo en cuenta todo lo que ofrece, aunque es más costoso que algunos de sus rivales.
Resumen de Prueba
Equipamiento
Diseño
Confort
Consumo
Motor
9
SOBRESALIENTE
Es el coche perfecto para animar cada desplazamiento que tengamos que hacer.