Hace tan solo unas semanas os contaba que el polémico Autopilot de Tesla se había cobrado su primera víctima mortal, pero hasta que no se conocieran los detalles del suceso, tampoco podía esclarecerse por completo de quién había sido la culpa. Pues bien, poco a poco la investigación va avanzando, y el informe preliminar de la NHTSA sobre los hechos ha determinado que el sistema automático del coche no pudo adelantarse a la maniobra del conductor ni evitar la colisión, cosa que el propio conductor tampoco hizo.
Pero, ¿es por ello culpa de Tesla? No, ni mucho menos, ya que nuestro valiente conductor circulaba nada menos que viendo una película mientras su coche se dirigía directo contra el remolque del camión, una auténtica irresponsabilidad que acabó costándole la vida.
Para poneros en situación, recordemos que el suceso tuvo lugar el pasado 7 de mayo a las 3:40 de la tarde en una carretera de Florida, cuando Joshua Brown, un varón de 45 años dueño de un Tesla Model S, se acercó a gran velocidad a un camión que estaba girando a la izquierda y su vehículo no frenó, quedando enganchado en el remolque de carga e impactando finalmente contra un poste de la autopista. Según los servicios de emergencia, falleció en el acto.
Los sistemas de asistencia por el momento están muy verdes y habrá que esperar años hasta ver un sistema en el que se pueda confiar al 100%, ya que por el momento lo que tenemos son asistentes que no son seguros y que tienen muchos fallos. Tesla, por si acaso, ya está probando su software 8.0.
En la imagen inferior podéis ver el lugar exacto donde tuvo lugar el accidente, concretamente en el punto donde interseccionan la US-27A, una carretera de doble sentido y doble carril de circulación; y la NE 140th Court, una carretera local. El Tesla Model S accidentado circulaba por la primera de ellas a una velocidad de 119 km/h, estando la velocidad de la vía limitada a 104 km/h. El hecho de que el camión que se estaba incorporando no fuera detectado por los sensores y el radar frontal del Tesla por su color y altura, junto con el exceso de velocidad y la imprudencia del conductor, hicieron del conjunto una tragedia.
¿Podría haberse evitado? Sí, en primer lugar, si Brown hubiera ido atento a la carretera, podría haber actuado sobre los frenos y la dirección para esquivar al camión. Por otra parte, en caso de no darle tiempo a frenar o a esquivar el camión por circular a más velocidad de la permitida, podría haberse agachado, ya que como vemos en las imágenes el impacto se produjo en un ángulo perfecto de 90 grados entre el Tesla y el camión, arrancando este último el techo al primero. El resto de daños se deben al impacto contra el poste.
Tesla y Mobileye, su proveedor de servicios de visión artificial, no seguirán colaborando en la próxima generación de productos, ya que este último considera que el fabricante ha implantado su sistema de forma incorrecta al permitir al usuario quitar las manos del volante durante varios minutos.
Por tanto, en esta ocasión la responsabilidad no corresponde a nadie más que al fallecido, ya que fue él quien puso confianza plena en un sistema de conducción semiautomática (como podría ser también, por ejemplo, un regulador de velocidad) y desvió por completo la vista de la carretera, además de sobrepasar el límite de velocidad. Es cierto que el sistema no detectó al camión, e incluso podemos discutir que el hecho de sobrepasar la velocidad permitida es culpa del Autopilot de Tesla -como dice la NHTSA-, pero si el conductor hubiese ido atento a la carretera, ahora estaríamos hablando de una simple anécdota.
Pero una vez más hay gente que no aprende y las últimas noticias que nos llegan en relación al Autopilot es un vídeo en el que el propietario de un Tesla Model X, orgulloso del sistema de conducción semiautónoma de su coche, decide dedicarse a jugar al Pokemon Go mientras el vehículo circula por sí solo en la I-95, cerca de Washington DC. Por desgracia el vídeo ha sido retirado de la red y no os lo puedo mostrar; por suerte, en esta ocasión no hay que lamentar ningún accidente. ¿Hasta dónde llegará la próxima vez la estupidez del ser humano?
Carlos Salado ai lo tiene pendejoo!!