Bugatti sabe hacer superdeportivos desde hace décadas y, aunque cuando pensemos en esta compañía ítalo-francesa solo se nos venga a la cabeza un Veyron o un Chiron, el Bugatti EB110 en su época ya era toda una máquina de ingeniería digna de museo. Está claro que los deportivos de altos vuelos ya no son lo que eran…
Hace ya tiempo que hablamos una unidad del EB110 GT que sería subastada por 800.000 euros, pero ahora tenemos ante nosotros un ejemplar todavía más especial. No solo se trata de un Bugatti EB110 SS (Super Sport o Sport Stradale) del que solo se fabricaron 36 unidades a modo de prototipo, sino que además se trata del último de los ejemplares construidos en 1995 antes de que la empresa quebrara, con número de chasis 39040.
El automóvil luce un Grigio Chiaro Met en su carrocería y el habitáculo está rematado en dos tonos. Desde 2003, ha estado en manos de un propietario privado italiano, pero ahora está a la venta en Girardo & Co. Respecto a su precio, el anuncio únicamente indica que preguntes por él, pero ya sabes lo que dicen: «si tienes que preguntar, probablemente no puedas pagarlo«.
Bugatti declaraba un 0 a 100 km/h en solo 3.26 segundos y una velocidad máxima de 355 km/h.
Desde luego, no es de extrañar, ya que este deportivo de prestaciones astronómicas fue fabricado en 1993 como una versión más ligera, extrema y potente del EB110, sumando un total de 612 CV frente a los 557 CV del modelo estándar. Es verdad que modelos más “jóvenes” como el Veyron o el Chiron hacen gala de unas cifras de potencia más elevadas, pero este EB110 SS es mucho más ligero ¿Cuánto exactamente? Unos 450 kilos menos que el Chiron.
Gracias al V12 que equipaba este modelo con hasta cuatro turbos y 3.5 litros obtenemos 174 caballos de potencia por litro, lo que supera al Veyron y solo es mejorado por el todopoderoso Chiron. Este rarísimo modelo fue una creación de Romano Artioli, el cual también trajo al mundo otros deportivos como el mítico Lotus Elise que también hace gala de un peso pluma.
Algunos de los pilotos más famosos de la historia que se rindieron a los pies del EB110 fue Michael Schumacher, que incluso acabó comprándose uno. Bugatti solo fabricaría 139 unidades del EB110, y de estos solo 36 llevaban la denominación SS como el que podemos ver en las imágenes.