Los deflectores de aire a menudo se asocian con motivos estéticos. Si bien esta es una de sus características principales, también ofrecen otras funcionalidades que son de gran utilidad para los pasajeros y que no todo el mundo conoce. Hoy te vamos a dar toda la información que necesitas para descubrir porqué los deflectores de aire son un elemento importante de un vehículo.
También conocidos como deflectores de viento, cortavientos o derivabrisas, este accesorio debe de ser elegido cuidadosamente para que se adapte a las características de tu vehículo (ventanas con o sin marco, con espacio para su instalación…). Esto es clave para que se amolde correctamente a la curvatura de la ventana y pueda cumplir eficazmente sus funciones estéticas, aerodinámicas y de confort.
Por otra parte, te habrás fijado en que, habitualmente, los deflectores de aire suelen instalarse en las ventanillas delanteras. Sin embargo, dada su practicidad, también puedes instalarlos en las ventanillas traseras. Todo dependerá de cuáles sean las ventajas que quieres aprovechar de todas las que te brinda este accesorio. Vamos a conocerlas más en detalle.
Los deflectores de aire: un accesorio con múltiples funciones
Cuando llegaron al mercado los primeros deflectores de aire, rápidamente se convirtieron en un elemento habitual en los coches de tuning por la distinción estética que aportan. Pese a ello, cada vez son más los vehículos que los incorporan y la razón poco o nada tiene que ver con el mundo de las preparaciones de coches. La razón fundamental es proteger a los pasajeros del exterior.
¿De qué? Su propio nombre lo indica. Un deflector de viento desvía el aire para proteger a los ocupantes de la segunda fila de asientos, evitando que este entre en el interior del vehículo. De esta forma, permite una ventilación eficiente a alta velocidad si prefieres bajar las ventanillas que encender el aire acondicionado, evitando crear remolinos de aire y ruido en el interior del coche.
Más allá de proteger a los pasajeros del viento, también cumple una importante función ante condiciones climatológicas adversas. Pensemos, por ejemplo, en un día de lluvia o de calima. El deflector de aire evita que entre agua y polvo si bajamos la ventanilla, ya sea en movimiento o estacionados, protegiendo así a los pasajeros. Esto lo hace ideal para los días de lluvia, mucho viento o calima.
Y en los días de invierno, cuando bajar la ventanilla es la mejor forma para evitar la formación de vaho en el habitáculo. Asimismo, el deflector de aire también nos protege de la intrusión de insectos en el interior cuando circulamos con la ventanilla ligeramente bajada por zonas de naturaleza. Gracias a ello, podemos ventilar el interior, disfrutar de la brisa y de los sonidos de una manera más relajada y segura.
Los deflectores de aire son muy fáciles de instalar y son resistentes a los lavaderos automáticos.
¿Qué deflector de viento instalo en el coche?
Como te comentábamos anteriormente, lo ideal a la hora de comprar un deflector de aire es que sea compatible con tu modelo de coche. De no ser así, estas pequeñas piezas transparentes hechas de plástico resistente podrían no encajar en la parte superior de las puertas de tu automóvil. Suelen unirse a la parte del marco de la ventana empleando un adhesivo o fijándolos a la parte interior del marco.
Otro aspecto que debes de tener en cuenta es el tipo de deflector de viento que instalas en el coche. Por una parte, encontramos en el mercado deflectores que actúan en depresión. Estos hacen salir el aire del habitáculo en casi todas las condiciones de apertura de las ventanas. Otra alternativa son los deflectores a presión, que introducen el aire desde el exterior. En este enlace puedes leer más sobre deflectores de aire.